La Cueva Epullán Grande en la Estancia Campanario del Departamento Collón Curá.- - Piedra OnLine

Información del Mundo

martes, 24 de marzo de 2015

La Cueva Epullán Grande en la Estancia Campanario del Departamento Collón Curá.-


La cueva  Epullán Grande, Provincia del Neuquén. Análisis de los artefactos líticos del Período Tardío (1100 AP - contacto)
Oscar Martín Palacios*
* Lic. En Cs.Antropológicas, orient. Arqueología. Ciafic, Dto.Cs.Antropológicas, UBA. Correo electrónico: palaciososcar@yahoo.com.ar
Resumen
Ubicación geográfica de la cueva. Mapa  tomado de Sanguinetti de Bórmida (1996:12) y reeditado para este trabajo.
Planta de la cueva Epullán Grande
El sector analizado tuvo una serie de ocupaciones sucesivas y breves, lo que no permite confirmar su estacionalidad. Se encontró cerámica desde la base de la pila sedimentaria. Allí se procesaron cueros y molieron pigmentos, así como otras sustancias no identificadas. Se analizaron 61 instrumentos y 1292 desechos de talla de la Antesala de Epullán Grande. La roca dominante es la sílice y le siguen las vulcanitas negras, la obsidiana y otras. 
A la derecha entrada de la cueva Epullán Grande. A la izquierda sitio La Oquedad

El tipo de corteza sugiere el abastecimiento en una corriente de agua, tal vez el río Limay. El índice de bifacialidad es alto en instrumentos y desechos, probablemente por la introducción del arco durante el período. Las puntas de proyectil encontradas son pequeñas y de flecha. La curva del índice de bifacialidad del sitio se ajusta a la tendencia observada en la región a lo largo del tiempo.
Palabras clave: Epullán Grande; Iinstrumentos; Desechos; Bifacialidad; Norpatagonia

Click en Más Información para ampliar post


Objetivo
Los objetivos de la arqueología tienen un orden jerárquico que va desde la clasificación y el ordenamiento de los hallazgos -tipología y cronología-, a la explicación de los procesos humanos. Según Thomas (1991: 51), la secuencia refleja la prioridad otorgada a cada meta.
"El objetivo inicial de la arqueología es la construcción de cronologías culturales, de manera de ordenar los restos de la cultura material del pasado en segmentos temporales comprensibles. El objetivo intermedio es el de dar vida a esas cronologías mediante la reconstrucción de formas de vida del pasado. El objetivo final de la arqueología contemporánea es descifrar los procesos culturales que subyacen en el comportamiento humano, pasado y presente [...]" (Thomas, 1991: 51).
El presente trabajo tiene por objetivo la descripción y clasificación de los materiales líticos de un sector de la Antesala de la cueva Epullán Grande. Los objetivos intermedio y final serán abordados en futuros trabajos que integren la información lítica con otras líneas de evidencia. Mientras tanto, damos a conocer las tendencias generales del conjunto lítico estudiado.
El sitio
La cueva Epullán Grande se encuentra a los 40º 23' 21" de latitud sur y los 70º 11' 40" de longitud oeste, en la estancia Campanario, departamento Collón Curá, al sudoeste de Piedra del Águila, provincia del Neuquén. Está a 680 msnm, en un ambiente estepario de la cuenca media del río Limay, junto al cañadón del Tordillo (ver figura 1). Es una cueva exógena (Thomas, 1988: 486-494) cuya superficie cubierta es de unos 30 m2. En el siglo XIX, (quizás en el XX), se produjo el colapso del extremo oeste de la visera, por lo cual la superficie protegida pudo haber sido algo mayor. Las ocupaciones se extendieron más allá de la línea de goteo, sobre un talud de pendiente poco pronunciada, hasta cubrir unos 50 m2, de los que se excavaron 40 m2 (Crivelli et al., 1996: 188). La orientación de la cueva es E-NE, recibe buena insolación durante las mañanas del invierno y sombra en los momentos más cálidos del verano (ver foto 1).
Los distintos sectores de la cueva fueron denominados Antesala, Sala y Ábside (Crivelli et al.,  1996). La primera fue un área de actividades cotidianas y los materiales líticos estudiados en el presente trabajo provienen de parte de las cuadrículas excavadas allí (ver figura 2). (ver foto 2)
Relación de las investigaciones
La cueva Epullán Grande (de aquí en más LL) fue detectada, junto con otros sitios estratificados y de superficie, en las prospecciones llevadas a cabo en el área del Cañadón del Tordillo. Fue investigada en el marco del proyecto de Salvataje Arqueológico e Investigacio-nes Prehistóricas en el Área de Piedra del Águila, acordado entre la Facultad de Filosofía y Letras (UBA) y la empresa Hidronor S.A. y dirigido por la Dra. Amalia Sanguinetti de Bórmida. El sitio fue prospectado en 1987 y excavado entre 1988 y 1992, en sucesivas campañas, llevadas a cabo, en su mayor parte por Crivelli, M. Fernández y Pardiñas (Crivelli et al., 1996: 186). La muestra de artefactos líticos proviene de treinta estratos delgados (ver detalle en tabla 5), "individualizados por composición, color, textura, dureza, etc. [...]" (Crivelli et al.,  1996:189). Estas unidades fueron excavadas en trece cuadrículas del sector norte de la cueva, formando una secuencia estratigráfica con cerámica desde la base, lo que sugiere que pertenecen al Período Reciente de Norpatagonia (1400 AP - contacto) (Crivelli y Fernández, 2004).
La muestra se considera incluida en ese lapso, sin embargo, al cierre de este trabajo surgió información que extendería el Período Reciente hasta el 2200 AP (Palacios, 2007). Asimismo, en el sitio arqueológico La Marcelina 1 se halló cerámica en el estrato 11 (Sanguinetti de Bórmida et al.,  2000), que se asienta sobre la roca basal y está fechado en 1770±60 y 1720±70 años AP.
La tipología
Los artefactos fueron clasificados según la siguiente convención tipológica:
Los instrumentos fueron analizados en forma individual, a diferencia del débitage, que fue separado en cuatro grupos por tamaño, aunque se cuantificaron sus otros atributos individualmente y por estrato. Los datos así obtenidos fueron volcados en una base de datos electrónica, y posteriormente exportados a planillas de cálculo para graficar los resultados. El estudio fue macroscópico y con lupas de hasta 8x. Las materias primas de los artefactos líticos se clasificaron en las siguientes categorías: sílice, vulcanitas negras, obsidiana y otras (esta última comprende aquellas rocas que no pudieron ser identificadas).
Instrumentos
Los instrumentos son 61 y comprenden 54 piezas con trabajo de talla y 7 guijarros  cuya forma fue modificada por el uso (Aschero, 1975 y 1983; Orquera y Piana, 1986).
La muestra se clasificó en los siguientes grupos: rabots (Rb), raederas (Rd), raspadores (Rp), perforadores (Pf), puntas de proyectil (P), lascas con retoque (LR), hojas con retoque (HR), instrumentos no determinados (IND) y litos modificados por abrasión, pulido o picado (Lap), dentro de los cuales se incluyeron afiladores (Af), sobadores (Sb) e instrumentos de molienda (IM) (ver tabla 1).
El grupo dominante es el de los raspadores, que incluye la tercera parte del conjunto. Las puntas de proyectil ocupan una quinta parte, las lascas con retoque son una fracción similar, en tanto que los instrumentos no determinados y los litos obtenidos por abrasión, pulido o picado son una décima parte. Solo hay un ejemplar de cada grupo restante (ver figura 3).
Porcentaje de instrumentos por grupo tipológico
En general, el tamaño de los instrumentos es pequeño. Es de esperar que en una zona de paso y actividad solo se conserven los artefactos pequeños y los grandes se ubiquen periféricamente. Solo 17 instrumentos se hallaron enteros, quizás como resultado de actividad intensa de procesamiento y al mismo tiempo, tránsito alto por la Antesala de la cueva.
Se prefirieron las lascas como formas base (41 casos). Todos los raspadores se hicieron sobre lascas; en 11 instrumentos no fue posible determinar la forma de origen.
Materia prima de los instrumentos
La sílice fue la materia prima elegida para las tres cuartas partes de los instrumentos. La obsidiana, las vulcanitas negras y las rocas diversas se distribuyen con similar frecuencia en el resto de las materias primas (ver figura 4).

Materia prima de los instrumentos. Porcentajes
Raspadores
La presencia mayoritaria de raspadores, lascas con retoque sumario, un perforador y una placa usada como afilador en un área del sitio con buena iluminación solar, hace suponer que en ese sector se procesaron cueros1. Dos tercios de los filos de los raspadores se encontraron embotados o medianamente embotados.
El peso promedio de los raspadores enteros es de 4,60 gramos. La media de longitud es 24,79 mm, la máxima longitud observada es 38 mm y la media del ancho 22,59 mm.
Instrumentos no determinados
Los instrumentos no determinados son fragmentos muy pequeños y muestran filos irregulares o preparados sumariamente, lo que abona la idea de que proceden de instrumentos expeditivos.
Lascas con retoque
Las lascas con retoque son en su mayoría internas (nueve casos) y solo en dos casos son lascas secundarias, con muy poca corteza (5% de la superficie).
Hojas con retoque
Se encontró un solo ejemplar en la muestra, una hoja de sílice gris oscuro con reserva de corteza de clasto de un 20% y posee retoque ultramarginal recto (Aschero, 1983).
Raederas
Se presenta un caso solo, en lasca secundaria de sílice roja, con filo distal y su peso es de 5 gramos (ver lámina 1: 5).
Perforadores
Se encontró un solo perforador, en lasca de sílice roja, solo conservó la base escutiforme, fragmentado en la unión con el ápice. Su peso es de 2,4 gramos (ver lámina 1: 6).
Litos obtenidos por abrasión, pulido o picado
Fueron conformados básicamente por el uso. Los rastros macroscópicos de uso más comunes son las estrías paralelas o subparalelas. También aparecen restos de pigmentos en la cara activa de algunos de ellos.  Solo se pueden inferir algunas funciones (que son la base de su clasificación) en instrumentos de molienda, afilador y sobador.
La muestra consta solo de siete artefactos, que fueron considerados fragmentos o enteros según la función asignada y la posibilidad de uso de las caras activas en el estado en que se encuentran (ver tabla 2).
Puntas de proyectil
En Norpatagonia, el tamaño y la forma de las puntas orientan acerca de la cronología. Las puntas microlíticas pedunculadas, triangulares de limbo corto y de limbo alargado con ápice agudo aparecen en el Período Reciente de la región, al fin del cual hay testimonios históricos del uso del arco y flecha  (Bibar, 1966;  Rosales, 1877; Furlong, 1994; Crivelli Montero, 1994; Falkner, 1957). La introducción la tecnología de arco y flecha da cuenta de la presencia de estas puntas pequeñas en el registro arqueológico de LL (Crivelli Montero y Fernández, 2004; Palacios, 2007). La muestra de puntas consta de trece especímenes que se detallan a continuación en orden de integridad desde los fragmentos más pequeños hasta los más íntegros:
1. Dos fragmentos de pedúnculo en sílice roja, ambos con base cóncava, lascado extendido y perfil transversal biconvexo. Sus pesos son 1,4 y 1,7 gramos, lo que sugiere que fueron parte de puntas medianas. Se ilustra uno de ellos en lámina 1: 2.
2. Un fragmento apical en sílice roja, lados rectos, lascado extendido, con un ángulo del ápice en vista plana muy agudo (20 grados) y asimetría debida a una falla de la materia prima. Su peso es 1 gramo (ver lámina 1: 2).
3. Dos fragmentos apicales en sílice, sumamente pequeños (menos de 1 gramo), con lascado extendido, aguzados y sin otra información sobre el artefacto de origen.
4. Un fragmento mesial de limbo con fractura transversal, en sílice cristalina, que aún conserva una aleta destacada y parte del pedúnculo. Tiene lados rectos y lascados extendidos planos sobre las caras. Es parte de una punta microlítica pedunculada. Su peso es 0,5 gramos.
5. Un fragmento apical de obsidiana en estado de preforma avanzada, lados convexos, lascado extendido, su peso es 1,7 gramos.
6. Una punta lanceolada, fragmentada, de sílice roja, lascado parcialmente extendido, algo cóncavo, que mide 43 mm de longitud desde el ápice hasta la fractura. Tiene un espesor de 6 mm y un peso de 3,5 gramos (ver lámina 1: 3).
7. Una punta pedunculada de sílice, fracturada en el ápice, triangular alargada con aletas destacadas, borde recto y base del pedúnculo cóncava. Su peso es de 1 gramo. Presenta un color blanco perlado que puede ser producto de alteración por fuego (ver lámina 1: 1).
8. Una punta pedunculada triangular alargada, entera, en obsidiana negra, con lascados planos parcialmente extendidos y aletas destacadas. Su peso es de 1 gramo y es una muestra excelente de talla microlítica (ver lámina 1: 4).
9. Una punta pedunculada triangular, entera, en obsidiana negra veteada de cristalino. Tiene lascados planos parcialmente extendidos, aletas rectas y la base del pedúnculo es cóncava. Su peso es de 1 gramo.
10. Una punta pedunculada triangular alargada, pequeña fractura en ápice, de sílice marrón, lascado parcialmente extendido, con aletas en hombro y un espesor de 5 mm. Su peso es de 3,5 gramos. 
11. Una punta pedunculada, triangular alargada, en sílice violácea, con bordes del limbo festoneados, base del pedúnculo cóncava. Presenta una aleta fracturada, probablemente por error de talla.
Los fragmentos apicales podrían venir en el cuerpo de las presas, razón por la que indicarían un sitio de consumo, pero también se hallan fragmentos mesiales y basales que sugieren campamentos de caza o sitios residenciales (Crivelli, 2004).  La sílice fue la materia prima escogida para la producción de puntas, principalmente la de color rojo. La obsidiana fue utilizada en menor medida (aunque exclusivamente para fabricar puntas). Es de color negro o negro veteado de cristalino.
En los casos identificables predominan los limbos de forma triangular larga (Orquera,  1986: 93). Solo en un caso la forma es lanceolada (Orquera, 1986: 88).
El ángulo horizontal del ápice, en cuatro casos que incluyen a la punta lanceolada, es de 40 grados. En menor medida, registramos ángulos de 20º, 30º y 60º.
Débitage
La muestra del débitage stricto sensu está formada por 1287 desechos de talla lítica, entre lascas enteras, lascas fragmentadas (con talón), fragmentos de lasca (sin talón) y varios (desechos indiferenciables sin rastros de retoque o utilización). El débitage lato sensu suma 1292 artefactos, ya que se agregan cinco matrices bifaciales. No hay núcleos, lo que sugiere consumo de artefactos líticos más que producción.
Materias primas
En la composición por materia prima del débitage lato sensu se observa casi un 90% de desechos de sílice. El resto se distribuye entre vulcanitas negras y otras, con un 4% aproximado cada una, y le sigue obsidiana con 2%. (ver figura 5). En anteriores estudios sobre el sitio se había podido observar este dominio de la sílice sobre las otras materias primas (Crivelli et al.,  1996: 246 y Crivelli, 1998: 108). En  la presente muestra, la distribución de  las rocas utilizadas para la talla es similar a la de los estratos estudiados en aquellos trabajos.
Porcentaje de cada materia prima en el débitage l.s.
Distribución de las materias primas según el tamaño de los artefactos
Una muestra del débitage (reducida solo a 659 lascas enteras y fragmentos varios de talla) fue pasada por tamices para clasificarlo por grados de tamaño2 y de este modo se hicieron las siguientes observaciones (ver figura 6): Sílices y vulcanitas se presentan en toda la cadena de reducción. La obsidiana no se halla presente en grado 1 y se incrementa la cantidad sostenidamente desde el grado 2 hasta el grado 4, lo que sugiere que se retocó intensamente. Las rocas diversas u "otras" incrementan su número en grado 2, disminuyen en grado 3 y no están presentes en grado 4. Quizás se utilizaron para artefactos expeditivos.
Porcentajes acumulativos por grado de cada materia prima del débitage l.s.
Peso promedio de las materias primas
Para obtener el promedio se dividió el peso de cada categoría de materia prima por la cantidad correspondiente de artefactos (ver figura 7). La sílice tiene el menor peso promedio, las vulcanitas y la obsidiana tienen valores similares y el peso unitario de otras es aún mayor. El material más empleado en toda la cadena de reducción fue la sílice, una roca que se pudo obtener, quizás, de los guijarros del río Limay. El peso promedio es congruente con la composición de los instrumentos.
Débitage. Peso unitario promedio
Composición del débitage
Casi la mitad de la muestra se compone de fragmentos de lasca (sin talón); una tercera parte, de lascas enteras; una quinta parte, de varios no identificados y una cantidad menor, de lascas fragmentadas (verfigura 8).
Composición del débitage s.s.
Corteza del débitage por materia prima
Se calculó el porcentaje de lascas con corteza, excluyéndose de la muestra a las no enteras sin corteza dado que podrían haberla tenido en la parte faltante (ver figura 9). Las rocas utilizadas en artefactos que no necesitaban intensa reducción (a las que referimos como "otras") conservaron el mayor porcentaje de corteza.

Porcentaje de corteza del débitage
Corteza del débitage por materia prima y grado
Con las mismas exclusiones del ítem anterior, se utilizó el siguiente índice:
(lascas con corteza + desechos indiferenciados con corteza) x 100/ total de artefactos computables con y sin corteza.
En la figura 10 se puede observar que:
La sílice presenta corteza en todos los grados, en cantidad decreciente hacia los tamaños menores;
La obsidiana solo posee corteza en los grados 2 y 3;
Las vulcanitas presentan corteza en los dos grados mayores, en especial en grado 1;
Las rocas diversas tienen gran cantidad de corteza hasta el grado 3 y no están representadas en el grado 4 porque su reducción no produjo microlascas.
Índice de corticalidad del débitage por grado
Origen de las extracciones en general
Se consideró una muestra de 477 lascas, enteras y fragmentadas con talón (sensu Sullivan y Rozen, 1985: 758-9). Se observó que el 70% de las lascas eran de reducción simple, en tanto que menos del 30% eran de reducción bifacial. Se agregan tres lascas de reactivación de núcleo (son de reducción simple) y una de reactivación de instrumento -de reducción bifacial-(ver figura 11).

Origen de las extracciones. Todas las materias primas
Origen de las extracciones por materia prima
Se consideraron 473 lascas, excluyendo las cuatro de reactivación de núcleo e instrumento, y se las clasificó por materia prima y por origen de extracción (ver figura 12). Se pudo observar que predomina la reducción simple en todas las materias primas. Esta información es congruente con la de los instrumentos, cuyo tipo dominante es el raspador sobre lasca de sílice de reducción simple. Las sílices fueron reducidas en forma bifacial en un 30% aproximadamente. Vulcanitas y obsidiana presentan casi un 40% de reducción bifacial. Llama la atención la casi total ausencia de instrumentos bifaciales en vulcanitas, mientras que el porcentaje de los desechos de extracción bifacial en esa materia prima, es tan alto.

Origen extracciones. Porcentajes. MP principales
Las materias primas diversas se redujeron muy poco bifacialmente, cerca del 10%. Dada la ausencia de microlascas se infiere que se utilizaron en tareas que no requerían instrumentos retocados.
Matrices bifaciales
La muestra solo comprende cinco matrices bifaciales, de las cuales cuatro son de sílice y una de basalto. Ninguna de ellas supera una etapa media de reducción y cuatro están fragmentadas.
La bifacialidad general del sitio y la región
Crivelli et al.,  (1996) y Crivelli y Fernández (2004) observaron que en la cuenca media del Limay el índice de bifacialidad era alto en el período más antiguo de poblamiento (10000 - 6200 AP), cuando la alta movilidad residencial impulsaba a proveer de materia prima a los individuos más que a los sitios (Kuhn, 1994). A medida que los asentamientos se hacían más estables (6200 - 1400 AP), la tendencia a la bifacialidad disminuyó, en tanto se abastecían más los sitios que los individuos. Finalmente, en el período tardío (1400 AP - contacto), la bifacialidad se incrementaba debido, posiblemente, a la introducción del arco y una consecuente mayor cantidad de proyectiles tallados bifacialmente. En LL es posible seguir la trayectoria bifacial propuesta, ya que tiene una pila sedimentaria registrada desde un fogón sobre la roca basal fechado en 9970±100 años AP hasta fines del siglo XIX o principios del XX. La secuencia arqueológica del sitio fue dividida en cuatro períodos dependiendo de la modalidad de utilización de la cueva (Crivelli et al.,  1996).
Con el fin de hacer comparables los datos se utilizará una muestra del débitage que solo comprenderá lascas enteras y lascas fragmentadas con talón (sensu Sullivan y Rozen, 1985) cuyo origen de extracción fue claramente identificado. Se utilizaron datos procedentes de estratos analizados anteriormente por otros investigadores e información del presente estudio (ver tabla 3). 
Se calculó para cada estrato el índice de bifacialidad del débitage, excluyendo lascas no enteras, mediante la fórmula:
(Lascas de reducción bifacial  x 100) / (Lascas de reducción bifacial + Lascas de reducción simple)
Se clasificaron los estratos según la secuencia propia del sitio y se confeccionó la figura 13, que muestra una curva de tendencia (producida mediante un binomio de 2º grado) que se ajusta a la trayectoria propuesta para la bifacialidad en la cuenca media del río Limay.
Débitage. Índice de bifacialidad por período de LL
Discusión y conclusiones
La secuencia estudiada se considera perteneciente al período tardío de la región de Norpatagonia, por encontrarse cerámica desde la base. El poco espesor de los numerosos estratos que se delimitaron sugiere que el sector fue utilizado de forma breve y frecuente.
El conjunto de raspadores, lascas con retoque y perforador ubicado en un sector de la cueva con buena iluminación solar casi constante permiten inferir procesamiento de cueros. Los filos de los raspadores, mayormente embotados o medio embotados, son otra evidencia por tener en cuenta. También se halló un afilador que pudo haber aguzado agujas o punzones.
Los análisis microscópicos de rastros en los filos de los raspadores realizados en el CADIC  (Álvarez, M. com. pers., 2005) apoyan nuestra inferencia.
La tendencia de producir instrumentos sobre lascas ya había sido destacada en los análisis previos a este estudio (Crivelli et al., 1996). En el débitage también predominan las lascas, con una mínima presencia de hojas.
Las puntas tienen limbos alargados y ápices agudos, características del período ceramolítico de Norpatagonia. Se presentan en fragmentos tanto basales como apicales, lo que indica que LL, en varias de las ocupaciones, fue utilizado como sitio de caza. La pequeñez de las puntas sugiere que fueron puntas de flecha (Palacios 2007: 91-92). La alta incidencia de las sílices en la muestra es comparable con la registrada por los investigadores anteriores del sitio. Las cortezas, mayormente de guijarro, hacen suponer que el río Limay fue una fuente de abastecimiento lítico destacada.
En el débitage, la materia prima más reducida fue la sílice. La forma de extracción principal fue la reducción simple. Las vulcanitas, porcentualmente, son la materia prima más reducida bifacialmente; sin embargo, se observaron muy pocos instrumentos bifaciales en esa roca. Una situación similar se presentó en Rincón Chico 2/87, a pocos kilómetros de LL pero junto a la margen del Limay, y se infirió el transporte de matrices bifaciales fuera del sitio para terminarlas en otras localizaciones (Crivelli y Palacios, 2004).
LL cumple con la trayectoria propuesta para la bifacialidad en los sitios de la cuenca media y alta del río Limay: índice bifacial alto en el período antiguo, decreciente en el período medio y creciente en el tardío, consecuente con la supuesta introducción del arco en este último lapso.
Aunque ya fue manifestado en Crivelli et. al (1996) recordamos que LL fue ocupada de distintos modos pero no fue un campamento base, hecho que se observa por la baja densidad de instrumentos a lo largo de una secuencia de casi 10000 años. En los estratos que nos ocupan no había núcleos y sí unas pocas matrices bifaciales, lo que se asociaría a ocupaciones menos estables (Nelson, 1991) que un campamento base.
Marco institucional y agradecimientos
Este estudio forma parte de los siguientes proyectos: UBACyT F 059;  AGENCIA: PICT N° 14171 y Conicet PIP 5344.
Agradezco al Dr. Eduardo Crivelli por su crítica, su asistencia y su generosidad. También doy las gracias a la Lic. Laura Coria por su desinteresado asesoramiento acerca del procesamiento informático de los datos, a la Lic. Mabel Fernández quien creó las planillas originales de análisis y al Mgter. Mariano Ramos por sus valiosas opiniones técnicas.

Lámina 1
Bibliografía
1. ASCHERO, C. 1975 Ensayo para una clasificación morfológica de artefactos líticos aplicada a estudios tipológicos comparativos. Informe al CONICET.        [ Links ]
2. ASCHERO, C. 1983Ensayo para una clasificación morfológica de artefactos líticos. Revisión.         [ Links ]
3. BIBAR, G. 1966 Crónica y relación de los Reynos de Chile. Santiago de Chile, Fondo Histórico y Bibliográfico José Toribio Medina.        [ Links ]
4. CRIVELLI MONTERO, E. 1994 "El cacique Bravo, del Limay a la frontera de Buenos Aires. Reexamen de  un episodio de la expansión tehuelche". Jornadas de arqueología e interdisciplinas, Buenos Aires, PREP, p. 177-202.        [ Links ]
5. CRIVELLI MONTERO, E. 1998 Paleoetnología del cañadón del Tordillo (provincia del Neuquén). Un estudio en el marco de la arqueología y de la etnohistoria del País de las Manzanas. Tesis de doctorado. Buenos Aires.         [ Links ]
6. CRIVELLI MONTERO, E., PARDIÑAS, U., FERNÁNDEZ, M., BOGAZZI, M., CHAUVIN, A., FERNÁNDEZ, V. Y LEZCANO, M. 1996  "La Cueva Epullán Grande (provincia del Neuquén, Argentina)". Informe de avance. En: Præhistoria 2. p. 185-265.        [ Links ]
7. CRIVELLI MONTERO, E., Y FERNÁNDEZ, M., 2004 "Demografía, movilidad y tecnología bifacial en sitios de la cuenca del río Limay".  Contra Viento y Marea. Arqueología de Patagonia. INAPL y Sociedad Argentina de Antropología. Buenos Aires.        [ Links ]
8. CRIVELLI MONTERO, E., Y PALACIOS O. 2004 Los desechos de talla de Rincón Chico 2/87, provincia del Neuquén. Informe preliminar. Comunicación al XV° Congreso Nacional de Arqueología, Córdoba, Editorial Río Cuarto.        [ Links ]
9. CRIVELLI MONTERO, E. 2004 "El instrumental lítico de Rincón Chico 2/87, provincia del Neuquén".En:   Congreso Nacional de Arqueología Argentina, coordinadora M. Tamagnini. Sección Arqueología de la Patagonia, Ponencias Río Cuarto: Universidad Nacional de Río Cuarto. Universidad Nacional de Río Cuarto.        [ Links ]
10. FALKNER, P. 1957 Descripción de la Patagonia y de las partes contiguas de la América del Sur. Buenos Aires, Hachette.        [ Links ]
11. FÚRLONG, G. 1994 Nicolás Mascardi S.J. y su "carta relación" (1670). Buenos Aires, Ediciones Teoría.         [ Links ]
12. KUHN, STEVEN L. 1994 "A Formal Approach to the Design and Assembly of Transported Toolkits". En: American Antiquity, No 59, p. 426-42.         [ Links ]
13. NELSON, MARGARET C. 1991"The Study of Technological Organization". En: Schiffer, M. (eds.) Archaeological Method and Theory. Tucson, University of Arizona Press.        [ Links ]
14. ORQUERA, L. Y PIANA, E. 1986 Normas para la descripción de objetos arqueológicos de piedra tallada". En: Contribución Científica No1 (publicación especial). Ushuaia, CADIC.         [ Links ]
15. ROSALES, D. 1877  Historia general del reyno de Chile. Flandes indiano. Vicuña Mackenna, B. (ed.). Valparaíso, Imprenta del Mercurio.         [ Links ]
16. PALACIOS, O. 2007 "El problema de la aparición del arco en el noroeste patagónico. El caso de Epullán Grande". Tesis de Licenciatura presentada ante la Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires.         [ Links ]
17. SANGUINETTI DE BÓRMIDA, A., CHAUVIN, A., CURZIO, D., CRIVELLI MONTERO, E. Y LEZCANO, M. 2000  "Arqueología de rescate en el alero La Marcelina 1, Provincia de Río Negro". III Congreso Argentino de Americanistas. Buenos Aires, Sociedad Argentina de Americanistas, p. 351-72.        [ Links ]
18. SANGUINETTI DE BÓRMIDA, A. 1996 "Salvataje arqueológico e investigaciones prehistóricas en el área de influencia de la represa hidroeléctrica Piedra del Águila, provincias del Neuquén y Río Negro". Buenos aires, PREP CONICET, p. 9-12.        [ Links ]
19. SULLIVAN III, A. Y ROZEN, K. 1985"Debitage Analysis and Archaeological Interpretation". En: American Antiquity 50. No 4, p. 755-79.        [ Links ]
20. THOMAS, D. 1988 "The Archaeology of Monitor Valley: 3. Survey and Additional Excavations". En: Anthropological Papers of the American Museum of Natural History.        [ Links ]
21. THOMAS, D. 1991 Archaeology: Down to Earth. Fort Worth. USA, HBJ.         [ Links ]
Fecha de recepción: 14/08/2007-
Fecha de aceptación: 23/11/2007