Sapag frenó a los mapuches por pretender “autonomía” - Piedra OnLine

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sábado, 18 de octubre de 2014

Sapag frenó a los mapuches por pretender “autonomía”

Adriano Calalesina
adrianoc@lmneuquen.com.ar
Añelo
El gobernador Jorge Sapag marcó ayer límites al reclamo de las comunidades mapuches por la “autonomía” y aseguró que “todos somos iguales ante la ley”.
Expresó que “no puede haber grupos o estructuras” que operen por encima del Estado y la Constitución Nacional, y sus palabras fueron un tiro por elevación para la comunidad Kaxipayiñ y la familia Campo Maripe. “No son ni Nación, ni los particulares, ni tampoco las comunidades, ni mapuches ni criollas, dueñas de los recursos del gas, del petróleo y del agua”, expresó.
El discurso fue duro y se explayó durante el 99º aniversario de Añelo, una ciudad donde la vieja población conoce bien la historia de las comunidades, que viven en la meseta, dentro de la zona de explotación no convencional en Loma Campana.
Sapag pisó Añelo y primero se solidarizó con los vecinos por la muerte del policía Fabián Garro, asesinado en una toma de la ciudad de varios disparos.
El hecho conmocionó a una localidad que desde hace un año todos se miran como desconocidos por la cantidad de gente que ingresa a trabajar en el mercado petrolero.

El enojo del gobernador se desencadenó luego de varios episodios: uno fue el encadenamiento de mujeres de la familia Campo Maripe a una torre de perforación de la empresa Nabors, y el otro, cuando integrantes de Kaxipayñ impidieron en paso de técnicos de YPF para remediar el suelo luego de un derrame de crudo en el yacimiento Loma La Lata.
“Como todos somos iguales ante la ley no podemos generar estructuras de partes que pretendan imponerse sobre el todo en base a la fuerza, a la violencia, o a las acciones de hecho”, expresó Sapag.
Dijo que el futuro económico de Neuquén es la explotación de gas y petróleo, ya que se traducirán en ingresos para el estado neuquino.
“No le vamos a negar a nadie su derecho a asociarse y a constituir una comunidad mapuche o una asociación jurídica, pero vamos a ser defensores de este porvenir que tenemos para defensa de la soberanía hidrocarburífera de la República y defensa de los ingresos de la provincia de Neuquén”, indicó.
El mandatario le bajó el tono a la pretensión de las comunidades de buscar un espacio de protagonismo por encima del Estado, el reclamo por el territorio y los recursos naturales más allá de los derechos consagrados en la Constitución Provincial.
“El dueño (de los recursos) es la provincia de Neuquén, quien es la autoridad de aplicación, que tiene que velar por el bien común general y el bienestar de todos los criollos y mapuches, creyentes y no creyentes, hombres y mujeres”, sentenció.
Expresó que el concepto de autonomía desde lo legal solo lo tienen las provincias (de la Nación) y los municipios (de las provincias) y no grupos o asociaciones.
Para Díaz, no eran indígenas
El intendente Darío Díaz también terció en la polémica mapuche. Como nacido y criado en los alrededores de la ciudad, conoce bien a todos los integrantes de las comunidades y sus reclamos. “Nos conocemos, no eran comunidades indígenas. A un vecino de Añelo usted le pregunta si la familia Campo eran comunidades indígenas y le puedo asegurar que le van a decir que no”, dijo Díaz, en una entrevista a la radio La Red. También dejó en claro que es la Provincia y la Justicia los que deben resolver el conflicto de la familia Campo Maripe, en referencia a ser reconocidos.
“Pero con Paynemil es una vieja historia de familia, de vecinos, de hace muchos años y con Kaxipayiñ nos conocemos también hace mucho tiempo y hay buena relación. Siempre respetando los derechos de cada uno y no metiéndose en los derechos de los otros, con respeto vamos a todos lados. Campo Maripe es un tema que tiene que resolverlo la provincia y la Justicia”, puntualizó.
Una ciudad donde ya nadie conoce al vecino de al lado
Añelo
Camionetas petroleras todo el tiempo en las calles de tierra. Ruidos y gente desconocida, al menos para los viejos pobladores.
Este es el panorama que ayer se vivió en el 99º aniversario de Añelo. Algunos vecinos miraban por primera vez un festejo y otros, los más ancianos, lo hicieron sentados en una silla por la extrema vejez.
“Disfrutemos estos tres días de fiesta y olvidémonos un poco de este quilombo”, lanzó el intendente Darío Díaz, ante algunas carcajadas del público.
Es que el mismo sabe que el ritmo de la ciudad cambió por completo, pero prometió que “todos juntos” le van a poner el pecho al desarrollo en pos de una ciudad que crecerá con el tiempo.
Según datos del Registro Civil en 2010 había 2.684 habitantes y ahora en 2014, unos 5.761. Sin embargo, los números estarían desactualizados, ya que habría más de 8 mil personas asentadas. Muchas se radican a pedido de las empresas para conseguir un trabajo.
En pocos años más la ciudad podría contar con unos 12 mil habitantes y es por eso que tanto el gobierno provincial como la comuna apuran las gestiones por el hospital, las escuelas y más viviendas para los recién llegados.
Los privados y las empresas, una puja por las obras
Añelo
Las empresas y todo el sector privado tienen gran protagonismo en Añelo. Esto lo resaltó el gobernador Sapag y hasta el intendente Darío Díaz.
Un ejemplo son las seis cuadras de asfalto que inaugurará la ciudad luego de 30 años. Para financiarlas, colaboró la empresa Confluencia e Ingeniería Sima. Esta última  construyó unos módulos con 36 departamentos para sus empleados, a través de un canje de tierras, cuya operación hasta el mismo Sapag calificó de “transparente”.
Añelo carece de recursos propios y son las mismas empresas las que aportan a través de un régimen de responsabilidad social empresaria que se firma con la comuna.
En la ciudad, el Estado aún no es fuerte a pesar de que este año  ha intentado controlar y mejorar los aspectos institucionales. “Si no es por el privado, será por el Estado. Pero las obras las tenemos que hacer”, expresó Díaz.